Ser Niño en Casa Hogar Dulce Refugio
Ser niño en Casa Hogar Dulce Refugio es vivir un milagro diario, un privilegio sagrado donde la vida apenas empieza a desplegar sus alas. Es una etapa luminosa, llena de asombro, risa y fe, donde cada momento es una promesa abierta. En nuestra Casa Hogar, creemos que ser niño es más que una etapa: es un regalo divino que merece ser protegido, celebrado y nutrido con amor verdadero.
Una Celebración Especial para los Niños
Este año, celebramos el Día del Niño de manera muy especial en nuestra comunidad. El sábado 26 de abril, abrimos nuestro corazón y nuestras puertas para compartir un día inolvidable con más de 400 pequeños. Fue un día lleno de luz y alegría, donde cada uno pudo saborear momentos de felicidad auténtica. Les ofrecimos diversión, alimentos, dulces, regalos, y una explosión de emoción con autos deportivos que hicieron vibrar sus corazones. Pero, sobre todo, les ofrecimos el amor de Dios como el regalo más grande e inagotable.
Sembrando Esperanza a Través de la Infancia
Los rostros iluminados de los niños, sus carcajadas sinceras y sus manos alzadas recibiendo sorpresas fueron para nosotros un reflejo del cielo mismo. Cada sonrisa fue una semilla de esperanza plantada en tierra fértil.
En cada juego, en cada abrazo y en cada mirada cómplice, les recordamos que ellos son valiosos, amados y soñados por Dios. Ser niño en Casa Hogar Dulce Refugio es vivir cada experiencia como un tesoro eterno que transforma sus corazones.
Continuamos Celebrando la Niñez
La celebración no terminó ahí. El 30 de abril llevaremos a nuestros niños a disfrutar de una albercada, donde el agua fresca, la risa libre y la amistad seguirán tejiendo memorias imborrables en sus vidas.
Porque para nosotros, cada momento que celebra la infancia fortalece su espíritu y reafirma su valor como hijos amados de Dios.
El Significado de Ser Niño
Para nosotros, ser niño es:
“creer que cada amanecer es un milagro,
correr sin miedo bajo el sol,
abrazar la vida con manos pequeñas y almas grandes,
confiar sin reservas, soñar sin límites y amar sin medida.”
Hoy, más que nunca, celebramos la infancia como un terreno sagrado. En Casa Hogar Dulce Refugio, seguiremos sembrando amor, alegría y fe, porque sabemos que en cada niño que sonríe, Dios nos habla en voz alta.
Marcela Ortega
Directora General y Fundadora
Con gratitud infinita,
Dulce Refugio
Casa Hogar Dulce Refugio es un recordatorio poderoso de que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay luz. Y esa luz, alimentada por el amor y la solidaridad, seguirá brillando por muchos años más, guiando a muchos otros niños hacia un futuro lleno de posibilidades
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